viernes, 3 de agosto de 2007

Sobre Isaac Newton

Cuando se le preguntó una vez a Isaac Newton cómo había hecho sus grandes descubrimientos, replicó "porque siempre estoy pensando en ellos". También consta que una vez dijo "yo hago que el tema esté constantemente delante de mí y espero hasta que la primera alborada vaya creciendo poco a poco hasta conseguir la luz completa". Esta capacidad de concentrarse es una cualidad particular del genio de Newton y se ajusta muy bien con su carácter y personalidad. Porque Newton fue un hombre solitario, sin ningún amigo o confidente próximo e íntimo, nunca se casó y su juventud transcurrió privado de padre (que había muerto antes antes de que naciese el joven Isaac, el día de navidad de 1642) y de su madre (que volvió a casarse antes de los dos años y dejó a Isaac al cuidado de una abuela anciana).
Hombre solitario, "desarrolló potencias poco corrientes de introspección continua concentrada". Con estas palabras, su biógrafo, Lord Keynes, el economista, resaltaba "el poder de Newton de mantener continuamente en su mente un problema puramente mental... durante horas y días y semanas hasta que le entregaba sus secretos". Y luego de acuerdo con este carácter introvertido quedaba satisfecho con guardar sus conocimientos para sí mismo, no lanzándose a pulicarlos como sus compañeros científicos contemporáneos gustaban de hacer, ni siquiera de comunicarlos a sus asociados cuando los había alcanzado. De acuerdo con ello se ha dicho que cada descubrimiento de Newton tenía dos fases: Newton realizaba el descubrimiento y luego los demás hanían de averiguar lo que él había hecho.
En 1684, Edmund Halley (astrónomo cuyo nombre ha recibido el cometa de Halley) fue de Londres a Cambridge, donde Newton era profesor, para preguntarle sobre un problema fundamental que había desconcertado a los principales científicos de la Royal Society (la organización científica más antigua existente en el mundo) incluyendo a Robert Hooke (de la ley de Hooke) y a Christopher Wren (arquitecto y científico). Halley preguntó a Newton "qué curva era la que describirían los planetas, suponiendo que la fuerza de atracción hacia el sol fuese la inversa del cuadrado de sus distancias". Newton "replicó inmediatamente que debía ser una elipse". Halley con alegría y asombro le preguntó cómo lo sabía. "Porque", dijo él, "lo he calculado". Con estas tres palabras finales Newton reveló que había resuelto el problema científico más importante del siglo: hallar la ley de las fuerzas que mantienen reunido el sistema solar, que hace que los planetas se muevan alrededor del sol de acuerdo con las leyes de Kepler y que produce igualmente el mismo movimiento kepleriano en los satélites que se mueven alrededor de los planetas.
Una vez que Christian Huygens, en 1673, hubo publicado la ley de las "fuerzas centrífugas" (como él la denominó, se podía calcular fácilmente que en un movimiento circular uniforme la fuerza central es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia al centro y así de hecho no era muy difícil adivinar, como habían hecho Halley, Hooke y Wren que la misma ley del inverso de los cuadrados podía aplicarse a las órbitas elípticas de los planetas y sus satélites. Sin embargo, Newton había hecho bastante más. No solamente había demostrado rigurosamente que una fuerza inversa del cuadrado de la distancia produce una órbita elíptica kepleriana sino que también había hallado el significado dinámico de las otras dos leyes de Kepler. Entonces pasó a demostrar que la fuerza gravitatoria es única y la misma que mantiene a los planetas en sus órbitas observadas alrededor del Sol y a los satélites en sus órbitas alrededor de los planetas, la que (por la atracción de la Luna) produce las mareas en los océanos y la causa de que los cuerpos caigan hacia la Tierra con la aceleración observada. También calculó la ley que rige esta fuerza, directamente proporcional al producto de las masas de cualquier cuerpo gravitatorio e inversamente proporcional a la distancia entre elllos. Su réplica a Halley ("la he calculado") revela el carácter del hombre, puesto que se sentía satisfecho simplemente con haber realizado los cálculos y no se había precipitado en comunicar el principal descubrimiento científico de su época: la ley de la gravitación universal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta ser yo y no me cambio por nadie...
Le restriego un cactus a Einstein en la cara por bajarme y tratarme de "medio genio",soy genio completo.

Isaac Newton dijo...

Me encanta ser yo y no me cambio por nadie...
Le restriego un cactus a Einstein en la cara por bajarme y tratarme de "medio genio",soy genio completo. Soy yo Isaac Newton otra vez...