Muchas veces oimos hablar del realismo mágico sin saber realmente qué es ni cómo se originó. Habitualmente se hace referencia a la obra de Gabriel García Márquez, ampliamente difundida y conocida. Pero Gabo no fue el precursor de este movimiento, sino su más destacado exponente.
Si queremos conocer los inicios del realismo mágico debemos realizar un viaje al México de la década del ´50, más precisamente al año 1955. En ese momento, se publicaba "Pedro Páramo", novela escrita por el escritor y fotógrafo Juan Rulfo. Esta obra condensa los principios fundamentales del realismo mágico, como por ejemplo la eliminación del límite entre lo real y lo fantástico, la distorsión del tiempo, el retrato de lo popular y la exaltación de las sensaciones. De esta manera, se logra un acercamiento nítido a la siempre mágica realidad latinoamericana, difícil de explicar utilizando los cánones convencionales.
A continuación podrán leer un fragmento de "Pedro Páramo":
- ¿Qué es lo que pasa, Doña Eduviges?
Ella sacudió la cabeza como si despertara de un sueño.
- Es el caballo de Miguel Páramo, que galopa por el camino de la Media Luna.
- ¿Entonces vive alguien en la Media Luna?
- No, allí no vive nadie.
- ¿Entonces?
- Solamente es el caballo que va y viene. Ellos eran inseparables. Corre por todas partes buscándolo y siempre regresa a estas horas. Quizá el pobre no puede con su remordimiento. ¿Cómo hasta los animales
se dan cuenta de cuando cometen un crimen, no?
- No entiendo. Ni he oído ningún ruido de ningún caballo.
- ¿No?
- No.
- Entonces es cosa de mi sexto sentido. Un don que Dios me dio; o tal vez una maldición. Sólo yo sé lo que he sufrido a causa de esto.
Guardó silencio un rato y luego añadió:
- Todo comenzó con Miguel Páramo. Sólo yo supe lo que le había pasado la noche que murió. Estaba ya acostada cuando oí regresar su caballo rumbo a la Media Luna. Me extrañó porque nunca volvía a esas horas. Siempre lo hacía entrada la madrugada. Iba a platicar con su novia a un pueblo llamado Contla, algo lejos de aquí. Salía temprano y tardaba en volver. Pero esa noche no regresó... ¿Lo oyes ahora? Está claro que se oye. Viene de regreso.
- No oigo nada.
- Entonces es cosa mía. Bueno, como te estaba diciendo, eso de que no regresó es un puro decir. No había acabado de pasar su caballo cuando sentí que me tocaban por la ventana. Ve tú a saber si fue ilusión mía. Lo cierto es que algo me obligó a ir a ver quién era. Y era él, Miguel Páramo. No me extrañó verlo, pues hubo un tiempo que se pasaba las noches durmiendo conmigo, hasta que encontró esa muchacha que le sorbió los sesos.
- ¿Qué pasó?- le dije a Miguel Paramo-. ¿Te dieron calabazas?
- No. Ella me sigue queriendo- me dijo-. Lo que sucede es que yo no pude dar con ella. Se me perdió el pueblo. Había mucha neblina, o humo, o no sé qué; pero sí sé que Contla no existe. Fui más allá, según mis cálculos, y no encontré nada. Vengo a contártelo a ti, porque tú me comprendes. Si se lo dijera a los demás de Comala dirían que estoy loco, como siempre han dicho que lo estoy.
- No. Loco no, Miguel. Debes estar muerto. Acuérdate que te dijeron que ese caballo te iba a matar algún día. Acuérdate, Miguel Páramo. Tal vez te pusiste a hacer locuras y eso ya es otra cosa.
- Sólo brinqué el lienzo de piedra que últimamente mandó poner mi padre. Hice que el Colorado lo brincara para no ir a dar ese rodeo tan largo que hay que hacer ahora para encontrar el camino. Sé que lo brinqué y después seguí corriendo; pero, como te digo, no había más que humo y humo y humo.
- Mañana tu padre se torcerá de dolor- le dije-. Lo siento por él. Ahora vete y descansa en paz, Miguel. Te agradezco que hayas venido a despedirte de mí.
Y cerré la ventana.
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2 comentarios:
Siempre me he sentido atraída por el realismo mágico, no sé muy bien por qué...
Mi escritor favorito es Gabo, pero gracias por el extracto de Pedro Páramo.
Seguiré indagando por ese mágico mundo...
L.
P.D. Parece interesante tu blog
Rulfo es uno de los autores que volví a encontrar luego de varios años.
Me atrapó y trastocó mi mundo literario con esa genialidad de obra, las idas y venidas con recursos exquisitos...
Gracias x este fragmento, disfrutable aún leyendo en el tbjo!. je!!
Buenísimo hasta ahora todo lo q he leído.
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