El cielo y el infierno; la luz y la oscuridad. Generalmente se piensa en el infierno como un lugar terrible repleto de suplicios. Un lugar donde los condenados son sometidos a los peores vejámenes físicos. Una eterna y gigantesca sala de torturas.
En A puerta cerrada, Jean-Paul Sartre nos ofrece una idea diferente: el infierno como una habitación donde tres desconocidos son condenados a vivir eternamente, sin poder dormir, sin siquiera poder papadear. No hay torturas ni verdugos, sólo tres personas obligadas a permanecer allí para siempre.
INÉS: Ya veo. (Una pausa.) ¿Para quién representan ustedes la comedia? Estamos entre nosotros.
ESTELLE (con insolencia): ¿Entre nosotros?
INÉS: Entre asesinos. Estamos en el infierno, nenita; aquí nunca hay error y nunca se condena a la gente por nada.
ESTELLE: Cállese.
INÉS: ¡En el infierno! ¡Condenados! ¡Condenados!
ESTELLE: Cállese. ¿Quiere callarse? Le prohíbo que emplee palabras groseras.
INÉS: Condenada, la santita. Condenado, el héroe sin reproche. Tuvimos nuestra hora de placer, ¿no es cierto? Hubo gentes que sufrieron por nosotros hasta la muerte y eso nos divertía mucho. Ahora hay que pagar.
GARCIN (con la mano levantada): ¿Se callará usted?
INÉS (lo mira sin miedo, pero con una inmensa sorpresa): ¡Ah! (Una pausa.) ¡Espere! ¡He comprendido; ya sé por qué nos metieron juntos!
GARCIN: Tenga cuidado con lo que va a decir.
INÉS: Ya verán que tontería. ¡Una verdadera tontería! No hay tortura física, ¿verdad? Y sin embargo estamos en el infierno. Y no ha de venir nadie. Nadie. Nos quedaremos hasta el fin solos y juntos. ¿No es así? En suma, alguien falta aquí: el verdugo.
GARCIN (a media voz): Ya lo sé.
INÉS: Bueno, pues han hecho una economía personal. Eso es todo. Los mismos clientes se ocupan del servicio, como en los restaurantes cooperativos.
ESTELLE: ¿Qué quiere usted decir?
INÉS: El verdugo es cada uno para los otros dos.
martes, 9 de octubre de 2007
El infierno según Sartre: A puerta cerrada
Etiquetas:
a puerta cerrada,
existencialismo,
Jean-Paul Sartre,
teatro
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4 comentarios:
che esta barbaro este blog
te pongo en los links
saludos
Siempre rescatas textos interesantes. "A puerta cerrada" desmonta aquello de que "el infierno son los otros": pocas cosas hay peores que un espejo cotidiano. Ese es el asesino. Un abrazo.
L'enfer, c'est les autres
muy buen post,
el infierno en sus miradas, su presion implicita, en esas pupilas vibrantes...
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